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Hay quienes cuando viajan quieren no tener que preocuparse por nada y que les lleven y que les traigan. Yo, en mis viajes suelo ser más intrépida. Nunca voy a la aventura. Antes de viajar he mirado y remirado información, hoteles, restaurantes, lugares no tan típicos, etc. Pero sí me gusta ir a mi aire, sin un guía que me diga: "corre corre", detrás mía.

Lo más habitual, si lo que buscamos es ir a nuestro aire, es alquilar un vehículo. Para mí, alquilar un coche me ofrece LIBERTAD. La posibilidad de ver lugares que no están en las guías de viaje, de parar en cualquier rincón para hacer una simple fotografía. De decir, estoy cansada y aquí descansamos, de perderse y tener que preguntar. En definitiva, de vivir mi viaje y no el de otros. Pero lo que para mí son ventajas, puede que para otros sean inconvenientes y no a todo el mundo le tiene porque gustar atreverse a descubrir un país de otra manera. Por supuesto, todo es respetable, pero yo hoy os voy a hablar de cómo es conducir por Marruecos.


Conducir en Marruecos


Alquilar un coche

Aunque Marruecos es un paĂ­s que para el viajero resulta econĂłmico, alquilar un coche, no es precisamente barato. Las compañías de alquiler de vehĂ­culos que operan en el paĂ­s, son las mismas  que podemos encontrar en cualquier paĂ­s de Europa: Avis, Hertz, Europcar... y sus precios por tanto son bastante europeos. TambiĂ©n, cuenta con que normalmente te harán pagar una fianza y un seguro. La fianza te la cobran a modo de prepago. Es decir te bloquean un dinero, que al devolver el coche se te devuelve. Yo no he tenido nunca problemas de que no nos hayan devuelto la fianza, aunque eso sĂ­, no suele ser inmediata. De todas formas, si alquiláis un coche os recomiendo guardar toda la documentaciĂłn hasta el final. Más vale ser precavidos.
Por lo demás, alquilar un vehículo en Marruecos no tiene más complicación que en ningún otro sitio.
Eso sĂ­, aunque estemos pagando precios europeos, la flota de coches deja mucho que desear. Pero bueno, cumplen su acometido y con eso es lo que nos tenemos que quedar.

La gasolina

Parar a repostar en Marruecos no es nada difícil. Me sorprende que pequeñas aldeas cuenten con su propia gasolinera. Y en las autopistas existen grandes áreas de servicio que disponen de gasolinera, baños, restaurante, tienda, etc.
Pero lo que más me sorprende de las estaciones de servicio en Marruecos es nuevamente su precio. A mi parecer, para el nivel adquisitivo del país, el precio del combustible es demasiado caro. Por eso no es de extrañar ver a familias enteras sobre una moto, o camiones en cuyo remolque viajan grupos de personas. Hay que amortizar la gasolina!!


Las carreteras

La mayor parte de la población de Marruecos se encuentra al norte del país, donde están ubicadas las ciudades imperiales, las tradicionalmente más importantes y también las más turísticas.
Es por eso, que en el norte del país existe una buena red de autopistas de peaje, que además de estar en perfectas condiciones de conservación, suelen tener poco tráfico. El límite de velocidad es de 120km/h al igual que en España y están bastante bien señalizadas tanto sus salidas como sus entradas.

Sin embargo si lo que queremos conocer es el sur de Marruecos, la cosa cambia en cuestión de carreteras. La autopista más al sur, es la que conecta Marrakech con Agadir (en la costa atlántica). El resto del país está comunicado por carreteras nacionales y comarcales. Las carreteras nacionales se parecen mucho a las que teníamos en España hace veinte años. Esto quiere decir que tendrás que pasar pueblo por pueblo, reduciendo la velocidad a la entrada de cada municipio, ya no sólo por normativa, sino por el ir y venir de sus gentes: Carros tirados por burros, mujeres y hombres que cruzan sin mirar, niños que juegan a la pelota en la carretera. Parece insólito y la primera vez sorprende bastante, pero luego te llegas a acostumbrar.


Esto hace que las distancias pese a ser cortas parezcan tan lejanas. Y aunque Google Maps te indique que vas a tardar dos horas en llegar a tu destino, pronto te convenzas de que no será así. Las distancias por carretera en Marruecos se suelen hacer pesadas, por lo que te recomiendo que lo tengas en cuenta a la hora de planificar tu viaje (yo intento no marcarme destinos muy lejanos entre sí). Hay que tomárselo con la misma calma que va todo en el país.



Las ciudades suelen ser un poco más caóticas en cuanto a tráfico se refiere. Rotondas que nadie respeta, peatones cruzando por todos sitios menos por los pasos de cebra. Y la señalización es un poco confusa incluso a veces inexistente. Por eso, yo creo necesaria la utilización de un gps si vas a conducir por carretera en Marruecos.


La policĂ­a y sus radares 

Este es el punto que más me cabrea. No entiendo que exista tanto control policial a la caza de multas tan fácilmente cuestionables. Bueno, si lo entiendo, es puramente un afán recaudatorio y a veces, corrupciĂłn disfrazada de policĂ­a. 
Pero bueno, os hablo desde España, el paĂ­s que está en boca de todo el mundo, precisamente por el tema de la corrupciĂłn. Y esto me indigna aquĂ­ y allĂ­. 

Hay demasiada policía a las entradas y salidas de las ciudades, haciéndote supuestamente controles rutinarios. No penséis que van a la caza del turista. Son los propios marroquíes quienes se ven más perjudicados por este acoso policial. Pero bueno, suele intimidar que un policía te dé el alto, aunque finalmente te deje marchar, tras haberte preguntado a donde vas.

TambiĂ©n hay demasiado control de velocidad, pero claro, no nos pensemos que hay radares fijos instalados en las carreteras y autopistas. Los radares marroquĂ­es son manejados por Agentes, normalmente desde trĂ­podes escondidos. Resulta muy curioso verlos a pleno sol detrás de un puente en la autopista, o detrás de un árbol de una carretera nacional. AsĂ­ que cuidado, porque están al acecho y si te pillan tendrás que pagar una multa de 300 dirhams en el acto. ¡No hay quien se escape!
En las autopistas está señalizada la presencia de radares. Eso sí, nos avisa de su posible presencia en los próximos 30 km. Al pasar esos 30km nos vuelve a aparecer el mismo cartel, advirtiendo los próximos 30km y así consecutivamente. Es decir. Pueden estar en cualquier punto de la autopista, y no precisamente en tramos conflictivos. Y a la salida del peaje, la patrulla de turno, estará esperando a quienes hayan infligido la ley.

Hay quienes les han cazado y les ha servido el truco de poner cara de no me entero de nada, pero eso depende de las circunstancias, de la persona y del policĂ­a que te toque. Yo solo aviso!!

El código de luces y cláxones marroquí

Los marroquĂ­es conducen con la mano pegada al claxon. No me preguntĂ©is porque, pero es asĂ­. A veces no sabes quien está pitando y a quien le pita. Yo al principio siempre preguntaba: "¿pero nos pita a nosotros?". Al principio agobia tanto claxon, pero ya verĂ©is que es algo habitual allĂ­. Es su modo de advertir peligro, pero tambiĂ©n, de decir espabila que el semáforo ya está en verde. DirĂ©is que esto tambiĂ©n ocurre en España, pero os aseguro que no a este nivel.

Pero lo que yo no he llegado a entender todavía es su código de luces. A veces vas por la carretera y el conductor que circula en sentido contrario al tuyo te hace una ráfaga de luz larga, otras te hacen dos, otras veces las ráfagas van acompañadas de gestos. En algunos casos compruebas que te están avisando de la presencia de policía en las cercanías, pero otras veces, supongo que quiere decir que adelantes porque no viene nadie, o que pases o vete a saber. Me queda pendiente descifrar este código, así que si hay algún marroquí por aquí le invito a que lo cuente.

Por lo demás a mi me parece sĂşper divertido conducir por Marruecos. Bueno, tambiĂ©n tengo que decir que normalmente voy yo de copiloto, asĂ­ que tambiĂ©n quizás me guste más porque voy cámara en mano, dejándome sorprender por casi todo. 
Y nada, espero que estos consejos te sirvan, si tienes planteado hacer un viaje a tu aire.